Quimica con una persona
Signos de química
Cuando alguien te mira a los ojos, es un signo clave de que está atento e interesado en lo que tienes que decir. El contacto visual con alguien con quien tienes química sexual es ligeramente diferente. "Si miras a tu cita a los ojos y sientes que hay bondad detrás de sus ojos, es una señal", dice Hoffman. "Tendrán lo que parece un brillo en los ojos". Más información: 7 cosas que todo el mundo debería saber sobre el poder del contacto visual
Salís de copas y no podéis dejar de tocaros. Será más sutil: te rodeará la espalda con las manos cuando esté hablando, o tal vez te guíe por un bar abarrotado, explica Hoffman. Si te coge o te pone la mano encima, casi puedes estar segura de que le gustas.
Al igual que el contacto visual, inclinar el cuerpo hacia ti es otra señal de que le gustas. "Cuando alguien te mira a la cara y tiene el cuerpo girado hacia ti, está participando en la conversación y demostrando que está totalmente interesado en lo que tienes que decirle", afirma Hoffman.
Qué es la química en una relación
La química sexual es una de esas cosas que reconoces cuando la sientes. Es ese deseo (consentido) de besarte o arrancarle los calzoncillos a alguien que acabas de conocer. O esa inesperada conmoción y oleada que golpea tus sentidos cuando rozas con los brazos a la tía buena que está sentada a tu lado en el metro.
Pero poner en palabras esa aflicción que todo lo consume es todo un reto. (En serio, ¿podría definir la química sexual ahora mismo si alguien se lo preguntara?) ¿Qué es la química sexual, en concreto, y qué hay detrás de esta experiencia mágica y magnética? Mejor aún, ¿hasta qué punto es necesaria para una relación buena y duradera? Siga leyendo para conocer la química sexual según los profesionales.
"La química sexual es una sensación muy fuerte, pero inefable, que se siente en el cuerpo cuando uno se siente atraído por alguien", dice la doctora Zhana Vrangalova, profesora adjunta de sexualidad humana en la Universidad de Nueva York.
Normalmente, esta atracción es física, pero también puede ser intelectual o emocional. Una persona sapiosexual (es decir, que se siente atraída ante todo sexual y emocionalmente por personas inteligentes), por ejemplo, puede sentir química sexual con alguien a quien considere inteligente o brillante, explica Vrangalova. Por otro lado, alguien que sea grissexual y biromántico (es decir, que rara vez experimenta atracción sexual, pero tiene el potencial de sentir inclinaciones románticas hacia personas de dos o más géneros), podría sentir química sexual con alguien a quien quiera invitar a cenar.
¿Por qué tenemos química con unos y no con otros?
¿Alguna vez ha sentido una "chispa" especial con alguien, un vínculo intenso con una posible pareja, amigo o colega? Si es así, probablemente pensó que experimentaba "química". Las referencias literarias a la química interpersonal aparecieron ya en 1590, cuando el poeta inglés John Donne escribió sobre la "alquimia amorosa" en su octava elegía, La comparación:
Desde entonces, innumerables libros, películas y programas de televisión se han referido a la química interpersonal entre los personajes. Pero el término no se refiere exclusivamente a la química romántica. Por ejemplo, la química es una metáfora común en los deportes y la música, e incluso en los negocios, el mundo académico y las asociaciones científicas. Sin embargo, a pesar de su ubicuidad y del valor que se le asigna, la química interpersonal ha permanecido relativamente inexplorada en la literatura psicológica, según afirman Harry T. Reis (Universidad de Rochester), becario de la APS, y Annie Regan y Sonja Lyubomirsky (Universidad de California, Riverside) en un reciente artículo publicado en Perspectives on Psychological Science. Para colmar esta laguna, Reis, Regan y Lyubomirsky propusieron un modelo conceptual de química interpersonal.
Señales de que no hay química
Hay pocas sensaciones mejores en el mundo que experimentar esa química recién descubierta con otra persona. En las primeras etapas de una relación, incluso el más mínimo roce o el más breve contacto visual bastan para provocar un hormigueo por todo el cuerpo. Esta sensación es lo que solemos llamar química entre las personas, o "la chispa": un brillo en los ojos, un latido del corazón acelerado o unas mejillas sonrojadas que indican que dos personas están conectando de verdad. Pero, ¿existe una explicación científica para lo que suponemos que es la química entre dos personas?
La química romántica se centra en las características presentes entre dos personas, incluidos los intereses mutuos, la similitud y la intimidad. Según Kelly Campbell, Ph.h.D., cuanto más presentes estén estas características, más probable será que dos individuos perciban química entre sí.
Según Kelly Campbell, P.h.D., ciertamente la hay. La química también se ha utilizado para describir la lujuria, pero a efectos de este artículo, la química en este contexto se refiere al interés romántico mutuo y a la compatibilidad, dos componentes potencialmente muy importantes de una relación duradera.